El pasado domingo, 23 de Mayo, se celebró la fiesta de Pentecostés, recordando la venida del Espíritu Santo; momento que se considera el nacimiento de la Iglesia a partir del envío hecho por Jesús, que se apareció ya resucitado a sus apóstoles.
Dicha celebración es la conclusión de los cincuenta días de Pascua.
El Espíritu Santo, que es fruto de la Pascua, siempre estará presente entre nosotros, inspirando nuestra vida, renovando nuestro interior e impulsándonos a ser testigos en medio de la realidad que nos corresponde vivir.
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